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Snowden, o la indefensión ante el poder
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"Los secretos son Seguridad y la Seguridad es victoria". Este es el razonamiento que le dieron a Edward Snowden cuando iba descubriendo los trabajos de espionaje de la NSA. Oliver Stone, director que siente preferencia por mostrar la cara más oscura de la política, encontró en la hazaña de este joven que cree en el sistema pero que sufre una gran decepción al conocer la cruda realidad, el material idóneo para su película. El documental de Laura Poitras Citizenfour servirá de epicentro sobre el que se irá construyendo el film. Sin entrar en valorar cuál es mejor, sí que destacaría dos aspectos del Snowden de Stone: al ser un relato de ficción resulta en general más cercano y ameno para el espectador. Por otro lado, uno de los hilos conductores de la narración es la relación que Snowden mantuvo con su pareja lo que proporciona un tono emotivo a la historia que por sí sola podría resultar un tanto fría.
En el 2003, Edward Snowden, deja su trabajo en una empresa para unirse a las Fuerzas Especiales norteamericanas. Un accidente lo aparta del ejército y su gran capacidad para la informática le proporciona un trabajo en la NSA y en la Cia. Su profesión le facilita el acceso a una información privilegiada sobre el programa de vigilancia mundial secreto de la Agencia de Seguridad Nacional de su país, es decir, la intimidad de cada uno de nosotros está en manos de un gobierno que dice velar por la seguridad mundial. Discrepando con esta política de espionaje, Snowden valiéndose únicamente de 4 portátiles, un USB y un cubo de Rubik decide hacer públicos los documentos secretos que prueban el espionaje electrónico masivo de Estados Unidos y convertirse así en el hombre más buscado por el gobierno de dicho país. Actualmente reside en Rusia y dice estar dispuesto a enfrentarse a un juicio si le garantizan que será público y justo.
A Oliver Stone le gustaría que su película ayudara a que Snowden fuera perdonado en su país. No sabemos si verá cumplido su sueño pero sí que demuestra un gran dominio de los mecanismos narrativos y una gran habilidad para construir una historia didáctica y denunciable. Hacemos mención especial de la magnífica actuación de Joseph Gordon Levitt que mereció el aplauso del mismo Snowden.
Textos: Núria Farré. facebook@cinemaperaestudiants.cat
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