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LA ZONA DE INTERÉS, DE JONATHAN GLAZER
Medio de comunicación:
La zona de interés se refiere a los 40 kilómetros cuadrados que rodeaban a los campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Basada en una libre adaptación de la novela homónima de Martín Amis es también Hannah Arendt y su teoría de la "banalización del mal, concepto que afirma que personas aparentemente normales son capaces de cometer grandes atrocidades" quien recorre toda la película. Y es precisamente Rudolf Hoss, comandante de Auschwiz, el nazi que proyectó la maquinaría de muerte colectiva que más tarde se extendió a otros campos de concentración quien protagoniza esta banalidad del mal. Su vida transcurre plácidamente con su familia en una casona de dos pisos con jardín, piscina, huerto y servicio. Su día a día transmite amor, felicidad, confianza y es precisamente esta vida idílica lo que resulta escalofriante al constatar que solo un muro con enredadera separa este paraíso de unas chimeneas que escupen el humo de los asesinados, del ruido de algún que otro disparo o grito de dolor. Familia dedicada a la más espeluznante y siniestra normalidad sin pensar en ello, sin que ello les perturbe su cotidianeidad, ajenos a todo lo que ocurre al otro lado del muro. Su indiferencia hacia lo que tienen tan cerca se manifiesta de forma patente cuando Hoss le comunica a su esposa que van a trasladarlo y ella prefiere que marche él solo a tener que abandonar este idílico lugar donde los niños tienen todas las condiciones para ser dichosos. Y es en esta indiferencia hacia la monstruosidad, donde reside lo inquietante de la historia, lo que la hace diferente a otros relatos que han tratado el tema: lo atroz no se ve, pero subyace en la película durante los 106 minutos de su duración. Sin mostrar el sufrimiento de los desesperados prisioneros, sin reclamar la compasión del espectador hacia las víctimas, consigue transmitir sutilmente la deshumanización absoluta ante la crueldad y barbarie. Allí donde tuvo lugar uno de los mayores crímenes de la historia actualmente se muestra asépticamente la memoria del pasado.
«Pies levitando con patético fulgor.
Yo misma,
también yo bailo
liberada de la gravedad
hacia la oscuridad y el vacío.
Espacios comprimidos y proscritos de tiempos pasados,
lejanías recorridas,
soledades perdidas
comienzan a bailar, a bailar.
Yo misma,
también yo bailo.
Con irónica temeridad
nada he olvidado:
conozco el vacío
y conozco la gravedad.
Con irónico fulgor
bailo y bailo».
Hannah Arendt
Núria Farré. facebook@cinemaperaestudiants.cat
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