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Marte. Todo un canto a la ciencia
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Después de que en los últimos años Ridley Scott (Blade Runner, Alien) no se haya caracterizado por una cinematografía con sello propio, ahora vuelve a las pantallas con una historia apasionante, inteligente, realista y divertida. Con una reconocida base científica por parte de la NASA, Marte nos habla principalmente de la lucha por la supervivencia del protagonista (Matt Damon) y de su excepcional ingenio para vencer las adversidades. Es un Robinson Crusoe o un Luis Alejandro Velasco en Marte.
Un equipo de astronautas que recaba información sobre este planeta se ve obligado a abandonar la misión por amenaza de una fuerte tormenta. Damon es golpeado por un pedazo de antena y queda inconsciente. El resto de la tripulación lo da por muerto y emprende su viaje a la tierra. Damon recobra el conocimiento y deberá arreglárselas solo y en condiciones extremas si quiere seguir con vida. Lo que podría dar pie a una historia muy trágica, Scott decide abordarla desde una perspectiva desenfadada e incluso por momentos divertida. Damon tiene vivos momentos de desesperación pero también sabe bromear sobre su situación cuando relata su diario en vídeo o habla con sus compañeros de la tierra. De este modo, se van alternando dos perspectivas diferentes que dan lugar a dos realidades contrapuestas. Una la del protagonista en absoluta soledad, concentrando todos sus esfuerzos en el logro de cultivar patatas, conseguir agua e idear un modo de poder comunicarse con la tierra; y otra la de los directivos de la NASA que han de procurar salvar al astronauta y evitar que la prensa hable con sarcasmo de la situación.
Es todo un placer pasearse por Marte y disfrutar de sus magníficos paisajes anaranjados y de su silencio sepulcral. Emocionarse con Damon cuando consigue recoger patatas crecidas con sus propios excrementos o cuando crea agua a partir de una extraña combustión. Pero también afligirse con él cuando siente una soledad absoluta o presiente que no saldrá vivo de esta. Y aunque Scott no quiere hacer del protagonista un héroe, el espectador saldrá con la sensación de que no todos tenemos la aptitud para llevar a cabo acciones heroicas.
Textos: Núria Farré. facebook@cinemaperaestudiants.cat
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